Generación
de la Telefonía Móvil
Si bien es cierto que la tecnología móvil está con nosotros
desde la década de los ’70, ha sufrido cambios fundamentales que hacen que la
que hoy conocemos no tenga mucho de la original.
Así es, en los 40 años que lleva ha sufrido una importante
evolución, mayormente transparente para nosotros, los usuarios.
Los cambios tecnológicos nos han pasado bastante
desapercibidos, excepto por la reducción de los costes del servicio, por el
significativo incremento de sus funcionalidades y por el cambio de las siglas:
1G, 2G, 3G, 4G, …
¿Qué ha supuesto todo esto para el sector de la telefonía
móvil? y ¿qué significan y qué implican esas siglas?.
1G, Primera Generación
La primera generación de telefonía móvil estaba basada en un
conjunto de celdas o células interconectadas, que daban servicio a los
dispositivos que se encontraban dentro de su amplia zona de cobertura. De ahí
el nombre con el que se los conoció inicialmente, “celulares”.
No todas las redes estaban basadas en los mismos protocolos,
dependían bastante de sus fabricantes, no era fácil interconectarlas ni
utilizar los mismos terminales en distintas redes.
La calidad de la voz era relativa, la capacidad para
transmitir datos era baja (del orden de los Kilo bits por segundo), las
baterías duraban pocas horas; pero aún así, el servicio de telefonía móvil
despegó y alcanzó cerca de 20 millones de usuarios en 1990.
2G y primer standard, GSM
A principios de los ’90 se introducen las primeras redes
basadas en un protocolo estándar que tenía como principales objetivos la
interconexión de las redes y la posibilidad de conectarse a ellas con un mismo
terminal, apareciendo el primer concepto de roaming.
Este protocolo es nuestro conocido GSM (Groupe Spécial
Mobile o Global System for Mobile Communications).
También trajo otras ventajas como una mejor calidad de voz,
mayor velocidad para transmitir datos, transmisión de faxes y los famosos SMS.
Con esta segunda generación, los servicios de telefonía
móvil se vuelven populares.
Una posterior mejora permitió la transmisión de datos a
mayor velocidad (56 kilo bits por segundo), el intercambio de imágenes y la
posibilidad de navegar por Internet. Esta mejora se debe a la implantación de
la tecnología GPRS (General Packet Radio Service) sobre las redes existentes y
favorece la aparición de las “Blackberries” y de los primeros “smartphones”.
3G, Internet Móvil
Esta nueva generación es una clara evolución de la anterior y mantiene uno de sus principios básicos: un estándar sobre el que continuar los desarrollos.
Se mejora la potencia de las antenas, permitiendo más
conexiones, mayor calidad de voz y mayor velocidad para transferir datos,
alcanzándose hasta 2 Mega bits por segundo bajo condiciones determinadas.
Esa mayor velocidad contribuyó a la aparición de
aplicaciones de audio, imágenes, comunicaciones y vídeo en tiempo real, aunque
a veces limitadas por la capacidad de la red o de las antenas a través de las
que se conecta el móvil.
Se facilita la movilidad dentro de la zona de cobertura de
un Operador, pero también entre distintos Operadores y países, ampliándose el
roaming de voz y mensajes para incluir la transferencia de datos.
Su integración con Internet, mediante el uso de protocolos
comunes (IP / TCP-IP), le permitió mantener la velocidad de crecimiento de los
servicios móviles.
4G, Alta Velocidad
La evolución continúa y se introducen mejoras en las
antenas, en su capacidad, cobertura y calidad de señal.
Esto ya lo vemos como una mejora en la velocidad para
transferir datos. La velocidad de conexión a Internet empieza a ser comparable
con la de una fibra óptica. Podemos navegar utilizando dispositivos móviles a
velocidades de hasta 20 Mega bits por segundo. Podemos ver películas o partidos
de fútbol en tiempo real, es decir mientras se están jugando y con una calidad
muy comparable con la que podríamos verlos en nuestro televisor.
¿Qué es lo siguiente?
Además de la evolución tecnológica que nos lleva a alcanzar
mayores velocidades, aún queda pendiente garantizarla, es decir, que tengamos
una velocidad de acceso a Internet desde nuestro móvil garantizada e
independiente de la cantidad de usuarios que haya a nuestro alrededor. Aún hoy,
todos los usuarios compiten por los mismos recursos, no hay mecanismos para dar
prioridad a unos sobre otros.
Dependiendo de la zona en la que estamos, de la cantidad de
gente que haya y de otros factores fuera de nuestro control, podemos sentir y
medir cambios en la velocidad con la que navegamos o recibimos mensajes, aunque
no podamos precisar a qué se debe ese cambio.
En la actualidad, esta es la mayor queja de los usuarios de
servicios móviles, no sólo por la poca visibilidad que tenemos sino también por
lo imprevisible en lo que puede llegar a convertirse el servicio. Garantizar la
velocidad de navegación es uno de los próximos cambios que esperamos ver.
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