PULSERA CICRET
El wearable definitivo no necesita
pantalla, porque el contenido se muestra en nuestra propia piel.
Es la premisa tras Cicret, una pulsera que utiliza un
pequeño proyector para trasladar la pantalla del smartphone al
antebrazo. Una vez allí un láser detecta el dedo del usuario para permitirle
usar WhatsApp, tuitear o leer el periódico desde su brazo. ¿La pega? Todavía no
existe, sino que se trata de un proyecto de dudoso futuro.
La tecnología fue presentada en noviembre de
2014, en un impresionante vídeo que ha superado los 16 millones de visitas. El
problema es que se trataba de un simple diseño conceptual. Para convertir Cicret
en algo real, estos desarrolladores franceses necesitan, según su web, 850.000
euros. Sin embargo, en vez de optar por una campaña de crowdfunding en
una plataforma como Kickstarter, que ha logrado que
dispositivos como Pebble recauden millones de dólares, los inversores pueden
hacer donaciones directamente en una cuenta de PayPal.
Meses después, en febrero de este mismo año, sus
creadores lanzaron un nuevo vídeo, esta vez con un prototipo real. Y por ello
muchísimo menos impresionante. Puesto que sus desarrolladores también están
detrás de una app de cifrado de información, no puede descartarse que
todo se trate de una campañade marketing bien orquestada. Aunque
quedaría por ver, en ese caso, qué sucede con los inversores que, según
la web, ya han donado para convertir Cicret en realidad.
Quizá la tecnología para desarrollar una pulsera
como esta sea una realidad en un par de años, puede que Cicret llegue
a existir y, probablemente, algún día podremos utilizar este tipo
de dispositivos. La duda es si ahora mismo este wearable es factible,
teniendo en cuenta que prometen enviar el gadget a finales de 2015 o principios
de 2016. El vídeo del prototipo real no da muchas esperanzas de ver algo
similar al diseño conceptual en los próximos meses.
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